Aunque no ha tenido mucha difusión, un vídeo que circula por el sudeste asiático muestra el triste resultado de penetrar a una trabajadora sexual descrita como «indiferente» (pero dispuesta a realizar el acto): dos minutos de metraje en los que ella sigue viendo YouTube en su teléfono sin mostrar reacción alguna.
Se ha convertido en tema de conversación por ser absolutamente espantoso.
Comentarios